Hoy os voy a contar una de mis experiencias más recientes buceando, exactamente el de este pasado sábado, que volví a Calpe a bucear de nuevo.
Aunque el tiempo no acompaño mucho, ya que estuvo bastante revuelto con horas de lluvia y otras con sol, que incitaban a irse a la playa.
Como no dispongo de vehículo propio ya que me encuentro fuera de casa estudiando, el ir a bucear implico coger un auto bus con todo el equipo necesario durante 2h y media el viernes a la tarde y pasar la noche en Calpe para bucear el sábado a la mañana. Pero como siempre digo, el que algo quiere algo debe de hacer.
Me desperté el sábado a las 8 para estar a las 8.30 en el centro de buceo de dive&dive, para preparar el equipo. El día parecía no acompañar, pero eso era la de menos.
Nuestra primera inmersión fue en un lugar llamado «Los arcos»a unos 15 metro de profundidad . Este nombre viene debido a los arcos de piedras que se encuentran bajo las aguas de esta zona.
Debido al mal tiempo de los días anteriores, la visibilidad del agua fue bastante reducida, pero esto no impidió que fuese una inmersión buena y llenas de vida. En los arcos se podrían apreciar unos contraluces preciosos que incitaban a quedarse observando un buen rato. En el arco grande se podrían ver cardumenes de sargos y otros tipos de peces que hicieron de la inmersión una verdadera gozada.
Al de unos 40 minutos mas o menos y con un poco de frió ascendimos a 5 metro donde realizamos la parada de seguridad durante 3 minutos. A pesar de la pequeña corriente la parada fue muy agradable donde se podían observar mojarras, sargos, erizos de mar y alguna estrella de mar.Cuando vimos acabada la parada ascendimos a superficie donde nos esperaba el barco del centro de buceo. Nos des equipamos y partimos hacia puerto.
Después de hidratarnos bien y cambiar de botellas nos fuimos a realizar la segunda inmersión, esta vez entre la inmersión «final del paseo» y «nido de aguilas», esta vez un poco más profundo hasta unos 26 metros de profundidad.
Descendimos y empezamos la inmersión con la pared del peñón a nuestra mano izquierda. Cuando descendimos fuimos cogiendo profundidad hasta llegara a los 26 metros donde encontramos unos restos de un pecio, donde se encontraba un congio que nos miraba con cara de sorprendido.
Al finalizar la inmersión, volvimos al puerto donde endulzamos los equipos y nos dimos una merecida ducha de agua caliente.
Como a todos nos pasa después de bucear, estábamos muertos de hambre, y siguiendo nuestros instintos fuimos a comer a un restaurante, en la entrada del puerto llamado «Dracula». Un sitio que aconsejo por sus precios económicos y sus abundantes raciones.
Espero que os haya gustado mi experiencia y que os haya sido de ayuda por si alguien se anima a visitar Calpe.
!Nos vemos en el siguiente intervalo de superficie!